Este verano pasé dos veces por el H10 Delfín. Primero estuve 15 días en julio con mi pareja, y después otros 15 días en agosto con mi madre. Así que tuve tiempo para conocerlos bien a todos y ahora poder hacer una reseña con fundamento que pueda ayudar a los futuros huéspedes.
Para empezar, gracias a todos los que hicieron de nuestras dos visitas, reparadoras y hermosas estancias.
El H10 Delfín es el lugar ideal para desconectar, relajarse y repararse en unas vacaciones ideales.
Es injusto no mencionarlos a todos, porque de verdad, todo el equipo hace un trabajo excelente, son un equipazo mega competente que se esfuerza para que tus vacaciones sean perfectas, pero fue imposible quedarse con todos los nombres.
Así que nos gustaría hacer una mención especial a Beatriz, a la que podrás encontrar siempre por todo el hotel, siempre sonriente, siempre dispuesta a atenderte, ayudarte, atenta de que todo esté yendo genial, y siempre disponible para cualquier cosa que necesites. Ella hace que te sientas como en casa todo el tiempo, de esas personas amigables, cercanas y amables que parece como que conoces de toda la vida. ¡Gracias por todo Beatriz, ha sido una suerte compartir contigo nuestras vacaciones!
Sigamos por la recepción. Gracias a Keralt y Noah. Mi madre quiso quedarse unos días más, entre otras peticiones que realizamos durante los días que pasamos allí. Todo fue tramitado fácil y rápidamente. Toda la recepción es amigable y te atienden en cada pequeña cosa que necesites, no me pude quedar con el nombre de todas, pero siempre te atendían al momento, todo lo hacían fácil y siempre con una sonrisa. ¡Gracias!
El restaurante es una maravilla, la comida está deliciosa y tienes tantas opciones que es imposible no encontrar algo que te apetezca y que esté delicioso. Podrás encontrar recetas para todos los gustos y tipos de dieta. Una mención muy especial para el chef David. Gracias por cuidar tanto a mi madre con el tema de la alimentación. Mi madre tiene un montón de alergias que le impiden comer muchas cosas. Tan pronto nos oyó preguntar si unos tacos tenían X ingredientes, nos dijo que sí que tenían, mi madre le habló de sus alergias, y rápidamente fue a cocina a prepararle los mismos deliciosos tacos a mi madre pero todo con ingredientes que ella sí que podía tomar. Desde ese momento estuvo pendiente de este asunto todos los días, y le trajo a mi madre otras alternativas hasta el último día. También nos recomendaba platos especiales o cositas ricas a probar, ¡que siempre estaban deliciosas! Así que ¡gracias también a ti, chef David!
Ese mismo restaurante no sería lo mismo sin el divertido Aldo, las siempre atentas, agradables y eficaces Iris, Matilde, Saioa, Roxanna, Alba....y todo el equipo del restaurante que trabaja durísimo para que todas tus comidas sean geniales. Nunca te falta nada, siempre están atentos, y además se preocupan de preguntarte qué tal todo, de bromear, de servir todo y recoger todo de una forma súper eficaz....y siempre con una sonrisa! Sois geniales, ¡muchas gracias por todo!
Nuestra habitación siempre estuvo limpia y bien equipada. Sábanas siempre limpias y baño con jabón, crema hidratante, champú, suavizante, jabón de baño, cepillo de dientes, secador.... Gracias a Rosana del equipo de limpieza por mantener nuestro hogar temporal siempre tan bien cuidado y con tanto mimo. En mi primera estancia, me tocó el balcón con vistas a la calle, demasiado ruidosa para mí. Pero para esta segunda visita, pedimos que nos dieran habitación con vistas a la piscina, cosa que nos ofrecieron y agradecimos inmensamente, ya que, además de que las vistas son muchísimo más lindas, la paz que se respira no tiene precio. Ni un ruido en toda la noche. Es cierto que hay shows nocturnos, pero son súper disfrutables y además acaban como a las 11 de la noche, muy temprano, por lo que no molestan a nadie.
Y vamos a mi zona favorita del hotel. La piscina. Yo siempre estuve en las dos piscinas de abajo. Ambas son dos rincones de paz, pero especialmente me gustó la pequeña del rinconcito al final del jardín, con todas las esquinas llenas de jacuzzis. Es un sitio sanador, súper tranquilo y lleno de gente súper respetuosa. Si necesitas desconectar y repararte lejos del ruido y el estrés, este es tu sitio.
Allí te cuidarán el atento socorrista (disculpen....no recuerdo su nombre); los siempre divertidos Gonzalo y Cristian de animación; y los amables Pablo y Jesús, los camareros.
Todos ellos se esfuerzan al máximo y siempre con buena onda, para que tu tiempo allí sea excelente, ¡¡¡¡y lo consiguen!!!! Así que muchas muchas gracias a vosotros también.
¡Espero que todo les vaya genial y que la vida les recompense todo ese esfuerzo que ponen por hacer feliz a tantísima gente todos los días!
¡HASTA PRONTO!